Una espina de pescado puede causar peritonitis y ésta, si no es tratada a tiempo mediante cirugía, puede causar la muerte.

A menudo comemos pescado pero no somos conscientes de la gravedad que puede suponer tragarnos una espina.

Por suerte, situaciones de vida o muerte, como la causada por la espina de pescado que provocó una peritonitis la semana pasada, son excepcionales.

En post anteriores ya hemos escrito sobre la utilidad de los avances tecnológicos en cirugía. Hace pocos días, tuvimos el caso de una paciente, de quien podemos decir que está viva gracias al teléfono móvil.

Desde hace muchos, muchos años, todos mis pacientes tienen mi teléfono móvil personal por si lo necesitan.

Hace dos semanas el marido de una paciente a la que habíamos operado hacía dos años; llamó para que le mandásemos copia de su historial clínico, ya que estaba ingresada en el otro extremo de España, a mil kilómetros de su casa y no disponía de la documentación que le habíamos dado en el momento del alta.

Tras enviárselo, fue operada en ese hospital con el diagnóstico de peritonitis de etiología no definida. Le colocaron un drenaje y después de lavar el abdomen la remitieron a planta.

A la 1.30 de la madrugada sonó mi teléfono móvil. Era otra vez él, que llamaba angustiado porque a su mujer en menos de 48 horas debían de volverla a operar y el cirujano le había dicho que tenían que quitarle el colon pues no sabían que tenía y el ciego estaba dilatado.

Tras hablar con el cirujano, decidieron trasladarla de Galicia a Madrid donde la valoraríamos nosotros en Centro Laparoscópico Dr. Ballesta de la clínica Ruben Internacional.

La paciente presentaba clínica de peritonitis y por el drenaje salía líquido purulento sucio. Decidimos cirugía de urgencias. Tras una minuciosa revisión encontramos un absceso mesentérico, y al limpiarlo y lavarlo hallamos la causa de la peritonitis: UNA ESPINA DE PESCADO, que cinco días antes la paciente se había tragado.

Limpiamos el abdomen, solucionando el problema de la perforación y la peritonitis, y la paciente salió de alta del hospital a los cinco días de la intervención.

Una vez más, quedó de manifiesto la importancia del teléfono en cirugía; siempre que el cirujano esté dispuesto a dárselo al paciente.

Si no hubiera tenido el teléfono, el final de esta paciente hubiera sido incierto. El colon no tenían que tocarlo y una colectomía (quitarle colon) en una peritonitis, puede ser mortal.