Nódulos malignos y cáncer de tiroides

8 noviembre, 2019 1
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Como os comentábamos en un artículo anterior, cuando hay presencia de nódulos tiroideos palpables conviene realizarse todas las pruebas oportunas antes de precipitarnos en el diagnóstico. Es importante ponerse en manos de un especialista que conozca bien la patología y nos pueda llevar a cabo la terapia adecuada a cada paciente.

¿Qué hago si hay riesgo de que el nódulo sea maligno?

El mejor tratamiento es la cirugía. Que te propongan la cirugía no quiere decir que seguro sea un cáncer; quiere decir que el riesgo de vivir con un nódulo que se puede convertir en cáncer es superior a los riesgos derivados de la operación. Gracias a los avances diagnósticos, hoy en día procuramos ir por delante y “prevenir” antes que curar el cáncer de tiroides.

La Tiroidectomía hecha por un especialista en cirugía endocrina es una cirugía poco agresiva pero que requiere de mucha experiencia. Se considera experto en cirugía tiroidea aquel que realiza más de 100 operaciones de este tipo al año.

En estos casos la probabilidad de tener una complicación propia de esta cirugía (hipocalcemia, disfonía o sangrado) se reduce notablemente.

Aunque la prioridad sea hacer una cirugía oncológicamente correcta, la estética también es importante. No importa tanto la longitud de la cicatriz como el lugar donde se realiza, a nivel del pliegue del cuello, para que a largo plazo no pueda diferenciarse de una arruga natural. Además, hoy en día disponemos de armas como cremas, parches de silicona, láser, etc… que nos permiten obtener excelentes resultados estéticos.

La tiroides extraída en la intervención se analiza siempre. A veces se puede hacer un primer análisis durante la cirugía que orientará al cirujano sobre la agresividad de la cirugía a realizar pero este análisis será orientativo. El resultado definitivo lo obtendremos unos 7 días después y en general se le comunica al paciente en la consulta postoperatoria de control.

La hospitalización dependerá de si es una tiroidectomía total o parcial y varía de manera general, desde 1 día hasta 3 o 4, siendo la media más común dos días.

La recuperación dependerá del tipo de trabajo que se realice, pero muchos pacientes describen en el postoperatorio molestias similares a una faringitis, y solo excepcionalmente aparece malestar más intenso.

¿Y si finalmente me diagnostican un cáncer de la tiroides?

No hay que alarmarse. Hay muchos tipos de cáncer de tiroides. El más frecuente, el carcinoma bien diferenciado, tiene un pronóstico excelente cuando se está entre médicos que conocen la patología.

Lo primero que harán será, una vez más, clasificarlo. Esta clasificación nos permite conocer la agresividad del tumor y decidir si hay que hacer un tratamiento complementario.

Puede ser que te propongan hacer Radio-Yodo. El objetivo de este tratamiento es limpiar cualquier célula tiroidea que hubiese podido quedar tras la cirugía. En general este tratamiento se tolera muy bien y no tiene casi efectos secundarios. Tiene la particularidad que a veces hay que aislarse durante un numero concreto de días para no estar en contacto con gente “vulnerable” como son embarazadas, niños… En otros casos puede ser que solo con la cirugía haya sido suficiente para tratar la enfermedad. En todos los  casos se propondrá un seguimiento periódico que se irá espaciando con el tiempo.

 

Dra. C. Ballesta Ferrer