El recto es una de las localizaciones más frecuentes del Cáncer Colo-rectal. Su situación anatómica en la pelvis, conectando el Colon con el ano, le aporta unas características especiales que el paciente que lo padece, ha de conocer.
Constituye los últimos veinte centímetros del tubo digestivo, al extirpar (quitar) el tumor debe intentarse preservar el ano. De no hacerlo, se condena al paciente a llevar una bolsa el resto de su vida.
Aún primando los criterios de radicalidad quirúrgica (curación del tumor) se ha de intentar realizarla con una gran habilidad quirúrgica para no tener que dejar bolsa definitiva. Son muchos los pacientes que han solicitado visita en nuestro centro angustiados por que les habían indicado que tenían que dejarles una colostomía (bolsa) de por vida, y a los que pudimos evitarles la bolsa tras la cirugía.
La pelvis estrecha en el caso de los hombres, es un motivo de dificultad técnica (para la operación) que exige un cirujano experto para evitar la bolsa definitiva.
La aplicación o realización de estas operaciones por laparoscopia, por equipos expertos, aporta seguridad y precisión a la cirugía, mejorando los resultados y reduciendo las complicaciones.
La necesidad de tratamiento complementario, como la quimio
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