Restablecimiento del tránsito intestinal después del cáncer de recto
Me consultan un caso que por ser poco frecuente, tiene un interés especial para médicos y pacientes.
Se trata de una mujer joven que se intervino de cáncer de recto con ileostomía de protección; que presentó una dehiscencia controlada, con tratamiento médico, manteniendo la anastomosis colo-rectal. Finalizada la radioterapia, en el control que se realiza, presenta estenosis rectal “con mucosa dañada”.
La paciente se encuentra afectada psicológicamente por la ileostomía y quiere cerrársela y recuperar su calidad de vida. Tras consultar a diferentes cirujanos, unos le han desaconsejado el cierre, otros se lo aconsejan. Incluso alguno le ha propuesto una anorectoplastia sagital. La pregunta es: ¿qué hacer?¿ se debe cerrar la ileostomía?
En mi opinión, descartado el progreso de la enfermedad, se deben aclarar varios puntos.
El enema opaco es útil para valorar el trayecto fistuloso (tamaño y profundidad) residual de la primera intervención. No es valorable para estudio de la mucosa, ni para la funcionalidad del recto-colon residual. La recto-colonoscopia nos permitirá ver el estado de la mucosa, la distensibilidad del colon y el grado de afectación de la radioterapia; incluso ver el orificio de la fístula; lo que complementa la imagen del enema opaco. En función de estas dos pruebas, se decidirá cerrar la ileostomía.
Descarto la realización de una ano-rectoplastia, por ser un tejido irradiado y de difícil cicatrización. En mi opinión, no se debe tocar el recto ni la zona de la anastomosis recto cólica, pues perdería la única posibilidad de poder reconstruir el tránsito digestivo, y podría acabar la paciente con una colostomía definitiva. Presentamos la radiografía pre y post restablecimiento del tránsito digestivo, de un caso idéntico que operamos hace dos semanas.
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