Pancreatitis y su gravedad
Hace unos días nos llamó un paciente operado en nuestro centro, por tener un familiar ingresado en un hospital con una Pancreatitis grave.
El informe de los médicos y la situación del paciente, aconsejaron una segunda opinión. En primer lugar, la segunda opinión, sin visitar al paciente, no es aconsejable; son muchos los factores que indican la situación clínica del paciente, no solo radiografías, TAC, etc.
La diuresis, temperatura, analítica, características de los drenajes (si los tiene) etc., configuran la situación clínica que se complementa con otras pruebas (TAC, Resonancia Magnética, etc.). El conjunto general de todo lo anterior (como si fuese la puntuación de un jurado) da la gravedad y orienta al tratamiento del paciente. Tenemos como ejemplo el TAC pancreático en la pancreatitis aguda.
Ante un TAC pancreático hay cinco gradaciones:
- Páncreas normal.
- Inflamación de la glándula pancreática (focal).
- Inflamación y destrucción de la grasa que rodea al páncreas.
- La presencia de una colección fluida dentro de la glándula pancreática.
- Presencia de gas en el páncreas o más de dos colecciones agudas.
En los casos de páncreas normal, a pesar de tener una pancreatitis, la gravedad es poca y la recuperación a la normalidad ocurre en todos los casos.
En el caso E (gas en el páncreas) la situación es muy grave y la mortalidad supera el 50%. Otros criterios como la infección en tres o más tejidos puede hacer que ascienda hasta un 80% y cuando se afectan más de dos órganos (pulmón, riñón, corazón, etc) alcanza el 100%. La mortalidad es segura.
Tras este razonamiento, es fácil entender porque no se debe dar una opinión telefónica en estos casos. No obstante, todos los médicos sabemos, y los cirujanos más; que en la pancreatitis grave estabilizada, la cirugía (limpiando las zonas muertas) es la mejor opción para intentar curar al paciente.
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