En ocasiones, la edad avanzada 80, 90  ó 100 años, frena al cirujano a dar solución a enfermedades graves que aún siendo benignas, si no se solucionan, supondrán la muerte de la persona que las padece en un periodo más o menos corto, cuando nunca se sabe cuándo será nuestro final.

Traemos hoy al blog el caso de una paciente de edad avanzada, que llevaba  varios días sin comer, pues todo lo que tomaba lo vomitaba inmediatamente, que se acompañaba de dolores intensos en el tórax y en la “boca del estómago”. Esta situación le produjo una deshidratación y el ingreso en el hospital, donde al valorarla le indicaron a la familia que se trataba de una situación límite.

Se le realizaron múltiples estudios, entre ellos un TC torácico. Esta prueba puso de manifiesto que todo el estómago se había metido en el tórax a través de una hernia diafragmática, estrangulándose y siendo el responsable de los dolores y la situación crítica que padecía la paciente (Foto 1), lo que sumado a su edad hacía inviable una cirugía abierta que pudiera tener éxito.

La paciente, muy lúcida, decidió recurrir a nuestro Centro Laparoscópico Dr. Ballesta, para ver si era factible intentar resolver el problema por laparoscopia.

Tras 24 horas en UCI para reponer en la medida de lo posible, su estado general y aceptando la familia el riesgo y la gravedad de la situación, se llevó a quirófano para ser operada por laparoscopia.

La cirugía fue compleja pero se consiguió reducir el estómago al abdomen, quitar la estrangulación que tenía y tras cerrar el agujero de la hernia con una sutura doble, colocar una malla diafragmática que cubriendo el orificio herniario impida que el estómago pueda pasar al tórax. (Foto 2, 3, 4 y 5)

Cuando al día siguiente de la operación la familia fue a visitarla, no podían creer como se encontraba su familiar. Ella sorprendida por tanta gente familiar próxima, preguntó ¿Y cuando me operan? Al indicarle que ya estaba operada no lo podía creer.

Presentamos un corto vídeo que refleja este momento.

A los tres días de ser intervenida abandonó el hospital y cuando al mes vino a control, me dijo: “Gracias doctor, si me quedo allí (se refería a otro centro), me habría muerto. Y ya ve como estoy, me encuentro fenomenal, como de todo, sin ningún problema. Ayer me comí unas lentejas, al ver mi expresión, puntualizó: bueno, el chorizo no me lo comí todo, me dejé un trocito.”

Cuando me contó que habían venido conduciendo desde 120 km de distancia su marido y ella, me enseñó unas fotos en el Teatro Real de Madrid y me contó la vida que hacían, entendí que el esfuerzo y el estrés que habíamos sufrido el equipo quirúrgico había merecido la pena.

La hernia de estómago intratorácica es una complicación que se produce en edades avanzadas de la vida (además de en malformaciones congénitas) y a la que gracias a la cirugía laparoscópica, los equipos entrenados en esta patología, pueden dar solución a casos que antes se desahuciaban, con gran porcentaje de éxito.

En nuestra opinión, con más de cuarenta años de experiencia, pensamos que siempre es mejor intentarlo que abandonar un paciente a su suerte y al desenlace final.

Las hernias de hiato, ya sean por deslizamiento, paraesofágica y/o por rotura diafragmática, siempre tienen solución. Tras realizar un TC que nos permita analizar la situación, la cirugía laparoscópica para realizar el cierre del orificio y colocar una malla, cuando sea necesario, es la solución.

No debe dejarse a una persona con hernia de hiato y/o estómago intratorácico sin operar.

El resultado compensa el estrés de la cirugía y la calidad de vida de la persona lo confirma.