Clínica Mayo propone sustituir el IMC por el IVB

15 mayo, 2017 0
cirugia-antes-y-después-1200x888.jpg

LA CLÍNICA MAYO PROPONE UN NUEVO MÉTODO DE VALORACIÓN DE LA OBESIDAD QUE CENTRO LAPAROSCOPICO DR BALLESTA UTILIZA DESDE HACE DÉCADAS

Hace unos días se publicaba la noticia en varios medios anunciando que la Clínica Mayo propone el cambio del IMC (Índice de Masa Corporal) por el de IVB (Índice de Volumen Corporal) por ser más preciso para definir el grado de la obesidad y su gravedad (riesgo de sufrir comorbilidades).

Desde hace más de dos décadas, el equipo que dirige el Dr. Carlos Ballesta en Centro Médico Teknon de Barcelona, detectó las limitaciones del IMC, pero es un método sencillo que es fácil de realizar por cualquier persona, aunque no sea médico.

Tras diferentes estudios y publicaciones que se plasmó definitivamente en el libro El ABC de la cirugía de la obesidad. Ed. Video Médica 2005, se establecían las bases para una mayor precisión del grado y gravedad de la obesidad: El índice cintura/cadera.

Este índice nos indicaba si la obesidad era centrípeta (visceral, de predominio abdominal) o losángica con predominio de muslos y glúteos (externa). En la primera el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas es superior a la segunda en proporción de 3 a 1.

Si bien es cierto que el Índice de Masa Corporal por si solo no es suficiente para determinar el grado de obesidad y su gravedad; la realización de una impedanciometria, prueba obligada en toda consulta de obesidad, y especialmente como paso previo a la cirugía y en controles posteriores, soluciona las limitaciones del IMC.

¿En qué consiste la impedanciometría?

El impedanciometro asociado a una báscula (Tanita ®) nos permite descomponer el peso corporal en sus tres componentes: grasa, masa magra (músculo + hueso) y agua. Además de indicar los kilos y porcentajes de los tres elementos en extremidades y tronco (abdomen) así como en cada una de las extremidades por separado.

Es un procedimiento simple que nos da una situación real del IMC (distribución de la grasa) permitiendo precisar mejor las indicaciones de los distintos tratamientos: dietas, medicación, endoscopia o cirugía.

En casos muy concretos es el TAC abdominal el que nos aportará datos complementarios: hígado graso y porcentaje de grasa en pared; de utilidad para el análisis del paciente obeso.

En los últimos años, hemos cambiado el concepto de obesidad grave (central) por el de síndrome metabólico de tratamiento quirúrgico.

En el 2017 no se puede valorar la obesidad aislada como tal; pues tan importante como el grado de obesidad; o más aún, son las enfermedades que la acompañan: diabetes, hipertensión arterial, hígado graso, hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia, etc…

Para concluir, como indicábamos hace años y hoy propone la Mayo Clinic, el IMC no es el parámetro ideal para valorar la obesidad; pero es el más cómodo para que la población general pueda saber en qué grado de obesidad se encuentra, antes de ir al médico.

Dejamos tres ejemplos de obesidad. Dos vistos desde el interior del abdomen, uno con obesidad central con IMC de 36 y otro de obesidad periférica IMC de 42; así como la evolución a los tres meses de la cirugía de un paciente de 200 kg con síndrome metabólico: hipertensión, diabetes, CEPAP (máquina para dormir), inmovilidad (silla de ruedas), y tres meses después, libre de toda enfermedad.

Obesidad Central con IMC 36
Obesidad Central con IMC 36
 Obesidad central con IMC de 36
Obesidad central con IMC de 36
 Obesidad central con IMC de 36
Obesidad central con IMC de 36
 Obesidad central con IMC de 36
Obesidad central con IMC de 36
 Obesidad periférica IMC de 43
Obesidad periférica IMC de 43
 Obesidad periférica con IMC de 43
Obesidad periférica con IMC de 43