La diabetes tipo 2, que se presenta en la edad adulta, afecta a unos 6 millones de españoles y a 250 millones de personas en todo el mundo y se prevé que en la próxima década alcance los 300 millones.
Es el tipo más común de diabetes y el 90% de los enfermos diabéticos son de tipo 2, presentándose cada vez en pacientes más jóvenes. Son muchos los factores que predisponen al desarrollo de una diabetes tipo 2: sexo, más frecuente en mujeres, y la edad como signo de vejez qué va unida a esta patología, siendo los niños los que presentan diabetes tipo 1; solo entre el 1% y 2% de la diabetes diagnosticada en estos casos es tipo 2. Según los últimos estudios científicos esta cifra ha aumentado; entre el 8% y el 45% de los niños diabéticos, según los países, y trabajos publicados, al ser diagnosticados tienen una etiología no inmunológica. La mayoría de la diabetes tipo 2, qué se presenta en niños y adolescentes, está ligada a la obesidad infantil. Por consiguiente, todo niño con obesidad que debuta como diabético, hay que descartar que sea de tipo 2. Si tenemos en cuenta que más del 25% de los niños españoles tienen obesidad, es obligado asociar las dos enfermedades, y no clasificar la diabetes como tipo 1 solo por la edad de aparición.
Sobre esta base, ¿cuáles son los criterios diagnósticos en la diabetes mellitus?
El principal método diagnóstico es la glicemia basal en ayunas (GBA) y la alteración de tolerancia a la glucosa (ATG) siendo la HbA1c (hemoglobina glicosilada) el método de control más eficaz para valorar la respuesta de la diabetes a un tratamiento, bien sea médico o quirúrgico.
A pesar del fácil y simple método diagnóstico de que disponemos hoy, el 30% de los pacientes diabéticos no saben que lo son, diagnosticándose con un retraso de entre cinco y siete años, entre el inicio de la enfermedad y su diagnóstico definitivo. La mitad de los obesos mórbidos que vienen a consulta para cirugía son diabéticos y no lo saben o no se han tratado. Son estos pacientes, con alteración de tolerancia a la glucosa (ATG) y resistencia a la insulina, los que presentan más riesgo de padecer infarto, ictus o enfermedad vascular periférica. Existen una serie de factores de riesgo predisponentes para padecer diabetes, como son: obesidad, sedentarismo, intolerancia a la glucosa, hipertensión arterial (superior a 140/90), hipercolesterolemia, triglicéridos elevados, antecedentes de diabetes gestacional, o recién nacido con peso superior a 4 kg. Todo esto que hoy lo englobamos bajo el concepto de “Síndrome Metabólico”, ahora es susceptible de tratamiento quirúrgico o lo que es lo mismo, mediante una operación podemos eliminar la diabetes y todos los factores que la acompañan e inducen.
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