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29 agosto, 2019 Cirugía del páncreas0

La cirugía de la glándula pancreática, por sus características, anatomía, estructura tisular y localización es una de las más complejas que se pueden realizar en cirugía digestiva.

Ello es debido a que se trata de un órgano retroperitoneal situado por detrás del estómago y el intestino, sobre la columna vertebral entre los riñones y sobre los vasos que van al bazo y de los cuales se nutre.

Esta localización anatómica es la responsable de la dificultad que presenta el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del páncreas.



Hace unos días nos llamó un paciente operado en nuestro centro, por tener un familiar ingresado en un hospital con una Pancreatitis grave.

El informe de los médicos y la situación del paciente, aconsejaron una segunda opinión. En primer lugar, la segunda opinión, sin visitar al paciente, no es aconsejable; son muchos los factores que indican la situación clínica del paciente, no solo radiografías, TAC, etc.

La diuresis, temperatura, analítica, características de los drenajes (si los tiene) etc., configuran la situación clínica que se complementa con otras pruebas (TAC, Resonancia Magnética, etc.). El conjunto general de todo lo anterior (como si fuese la puntuación de un jurado) da la gravedad y orienta al tratamiento del paciente. Tenemos como ejemplo el TAC pancreático en la pancreatitis aguda.

Ante un TAC pancreático hay cinco gradaciones:

  • Páncreas normal.
  • Inflamación de la glándula pancreática (focal).
  • Inflamación y destrucción de la grasa que rodea al páncreas.
  • La presencia de una colección fluida dentro de la glándula pancreática.
  • Presencia de gas en el páncreas o más de dos colecciones agudas.

En los casos de páncreas normal, a pesar de tener una pancreatitis, la gravedad es poca y la recuperación a la normalidad ocurre en todos



Me preguntaba hace unos días un familiar angustiado por la situación de su padre, cual es la actitud a seguir y cuando operar un Pseudoquiste de Páncreas. Intentaré esclarecer la actitud ante esta grave enfermedad.

El Pseudoquiste de Páncreas se presenta después de una Pancreatitis Aguda necrohemorrágica, enfermad grave, que puede tener dos evoluciones, hacia la muerte por fracaso del páncreas o a un pseudoquiste que es la forma que tiene el cuerpo de aislar parte del páncreas necrosado (muerto) tras la pancreatitis.

Se manifiesta inicialmente con dolor, alteración de las constantes vitales y fiebre. Si se consigue controlar la enfermedad con antibióticos y medidas conservadoras (sueros, etc.) a partir de los 10-15 días se empieza a organizar el Pseudoquiste de Páncreas.

Si no se consigue controlar la enfermedad con antibióticos, habrá que operar urgente el absceso de pus del páncreas. La operación es difícil y tiene una alta mortalidad alcanzando hasta el 30% en algunos tipos de necrosis e infección.

Cuando se superan los 10-15 días y empieza a formarse el Pseudoquiste de Páncreas.

¿Cuál es el momento indicado para operar un Pseudoquiste de Páncreas?

La respuesta es simple. Cuando la cápsula del quiste está organizada.



Los tumores endocrinos, aún siendo algunos malignos; su comportamiento y base oncológica celular, es diferente al Cáncer de Páncreas. Son menos agresivos, de superviviencia más larga que el Cáncer de Páncreas y de curación más fácil, son tumores muy poco frecuentes difíciles de diagnosticar, que se suelen presentar a cualquier edad. En nuestra experiencia los hemos diagnosticado entre los 26 años y los 67 años, con más frecuencia en varones y con más de un afectado en la familia. Casi la mitad de ellos presentaban metástasis (implantes a distancia) en el momento del diagnóstico, lo que indica la dificultad de un diagnóstico precoz y la precocidad (rapidez) con la que pueden producir implantes.

El tamaño medio del tumor en el momento del diagnóstico era de 20 mm (dos centímetros) si bien diagnosticamos casos que solo median 5 mm. Este diagnóstico tan precoz (5 mm) se consigue gracias a la alta resolución (precisión) de los equipos de diagnóstico y a la Cirugía Laparoscópica, que permite explorar un órgano como el páncreas, escondido en el retroperitoneo y cubierto por otras vísceras u órganos como estómago, intestino o hígado.

En muchas ocasiones es la clínica que presenta el paciente: hipoglucemia (insulinomas),



Los tumores endocrinos o neuroendocrinos del aparato digestivo y por consiguiente los que se localizan en el páncreas, son enfermedades endocrinas, pues se producen en células procedentes de la cresta neural en las primeras fases del embrión; que a lo largo de la vida se manifiestan por un crecimiento atípico.

Son tumores benignos y/o de baja malignidad; incluidos los que producen metástasis en hígado y/o pulmón, El diagnóstico se realiza mediante TAC y se clasifican mediante laboratorio (determinación de la hormona que segregan), gastrinoma, insulinoma, glucagonoma, vipoma, etc.. El tratamiento cuando el tumor da síntomas, o produce metástasis, es quirúrgico. Con la extirpación del tumor primario, regresan o frenan la metástasis, en caso de estar presentes. Actualmente el mejor tratamiento es por laparoscopia, antes se hacía por cirugía abierta.

He tenido la posibilidad de hacer el seguimiento de estas metástasis hasta periodos de veinte años, sin que afecten a la calidad de vida de las personas que las padecen.
Lo difícil de estos tumores endocrinos es el diagnóstico de precisión, pues son múltiples los tipos hormonales que existen. Su localización y síntomas, son lo que condicionan su tratamiento y si se realizan por laparoscopia, necesitan un equipo muy entrenado.