6 abril, 2017 bypass gástrico0

reoperaciones estómago y esófago En ocasiones se nos consulta para realizar reoperaciones del estómago y esófago, porque tras una operación de la unión esófago-gástrica, Acalasia o Hernia de Hiato, los resultados no son los deseados.

Hemos recibido recientemente varias consultas por las dos patologías.

Los síntomas que presentan estos enfermos, candidatos a las reoperaciones del estómago y esófago, son:

  • dificultad para deglutir (tragar) después de la cirugía, dificultando la ingesta
  • como consecuencia de esta dificultad para deglutir, presentan como síntoma pérdida de peso, tanto más importante cuanto más tiempo transcurra desde la operación hasta la resolución del problema.

El diagnóstico del problema no es difícil.

Mediante radiología contrastada, endoscopia y dependiendo de la causa con una manometría esofágica, se puede realizar el diagnóstico con precisión.

Tras el diagnóstico preciso, la solución es reoperar al enfermo y corregir o solucionar el problema que presente.

Será diferente si se trata de una operación de Acalasia o de Hernia (Nissen).

El primer paso será desmontar la cirugía realizada y reconstruir el procedimiento correctamente, solucionando el problema que presente.

Es obligado comprobar en el quirófano, una vez finalizada la reintervención, que el problema se ha resuelto.

Presentamos el caso de un paciente de 36 años operado



Cada vez son más los pacientes que consultan por presentar Esófago de Barrett después de padecer durante años de Hernia de Hiato y seguir tratamiento médico. Hemos de hacer una diferenciación clara entre lo que es y como se comporta la Hernia de Hiato y el Esófago de Barrett; aunque caminen unidos.

La Hernia de Hiato es el resultado de una alteración anatómica a nivel del hiato esofágico, lugar de comunicación virtual entre el tórax y el abdomen. Se caracteriza por el paso parcial del estómago al tórax, es una enfermedad benigna y solo da clínica cuando se une a la incompetencia del esfínter que cierra la unión del esófago y estómago, produciendo ardores, acidez y dolor retroesternal, signos clínicos sospechosos de esofagitis (Se ha de confirmar por endoscopia). La Hernia de Hiato solo ha de operarse cuando produce esofagitis.

El Esófago de Barrett puede ir unido o no a la Hernia de Hiato, es el resultado del reflujo ácido al esófago y constituye el estadio más grave de la esofagitis o inflamación del esófago.

Pero mientras la Hernia de Hiato no puede degenerar en cáncer, el Esófago de Barrett es una enfermedad precancerosa, es decir, a lo


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La enfermedad de Reflujo Gastroesofágico Patológico (ERGE), es uno de los problemas más comunes que presenta la población general; siendo la primera causa de consulta médica y una de las enfermedades más simples de resolver por cirugía laparoscópica.

El 20% de estos pacientes presentan síntomas y molestias que le impiden hacer una vida normal.

El ardor, acidez y quemazón, que empieza en el estómago, asciende por el pecho (junto al corazón) pudiendo llegar al cuello. En los casos graves, puede incluso producir faringitis, disfonía (pérdida de voz) y tos por la noche.

En ocasiones, la comida sube espontáneamente a la boca (regurgitación) siendo causa de halitosis y mal sabor de boca. Todos estos síntomas que imposibilitan o dificultan una vida normal, son fáciles de diagnosticar por endoscopia.

¿Por qué se producen estos síntomas de reflujo?

Para entender porque se produce el Reflujo Gástrico-Esofágico y se hace patológico, solo tenemos que fijarnos en el esquema que acompañamos, y los factores que actúan en él.

Como se produce el reflujo gastroesofágico

Los alimentos que ingerimos por la boca, progresan a través de un tubo llamado esófago, situado en el tórax. El tórax tiene una presión negativa respecto al abdomen, mientras este ejerce una presión positiva.

Como



El diagnóstico de la difusión neoplásica en el Cáncer Digestivo, especialmente páncreas y estómago, con los métodos de imagen (TAC, Resonancia Magnética), no siempre es preciso. Las siembras miliares (inferiores a 5 mm) son difíciles de detectar.

La posibilidad de realizar una Laparoscopia antes de iniciar la cirugía, aporta dos claras ventajas:

  1. Permite diagnosticar y biopsiar pequeños implantes peritoneales no diagnosticados por imagen (TAC) o realizar citología para diagnosticar células neoplásicas libres no visibles por otros procedimientos.
    En los casos de no ser resecable el tumor, la laparoscopia permite iniciar la quimioterapia inmediatamente, pues el paciente puede ser dado de alta el mismo día de la intervención.
  2. Cuando el tumor es resecable, se puede realizar la cirugía oncológica radical por Cirugía Laparoscópica, consiguiendo tiempos de hospitalización más cortos y sobre todo, lo que es más importante, no altera la inmunidad del paciente, consiguiendo una recuperación más rápida (menor riesgo de infecciones) y una disponibilidad para tratamiento oncológico precoz.

En conclusión, ante una enfermedad neoplásica, la realización de una Cirugía Laparoscópica debe ser el gesto inicial.

A continuación presentamos el caso de una paciente diagnosticada de Adenocarcinoma gástrico con estadificación clínica T3, N0, M0 (Estadio III) que en



Las personas operadas de hernia de estómago (hernia de hiato) independientemente de si se han operado por cirugía abierta o por laparoscopia, que presentan recidiva (se les vuelve a producir la hernia), son pocas (entre 3% y 5%), pero quedan perdidas.
Los síntomas de reflujo, ardor y quemazón retroesternal, que les asciende hasta el cuello, es incluso más fuerte que antes de operarse.

Los comentarios, incluso de los propios médicos, es de que no tiene solución y hay que estar con medicación de por vida; pues ya no se pueden operar más.

Nada más erróneo. Es cierto que la mejor y más fácil operación de hernia de estómago es la primera. Pero también es cierto que en un centro con experiencia, la cirugía de reintervención (reoperación) obtiene resultados similares a los de la primera intervención; aun habiendo sido operado previamente por laparotomía (abierto).

Presentamos el caso de una paciente femenina, de 72 años, operada hace 10 años de hernia de hiato abierta, que en el primer año se reprodujo con una sintomatología cada vez más insoportable, a pesar de la medicación. Recientemente la operamos por laparoscopia, y aunque la operación fue más difícil y compleja como se puede ver en