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Iniciamos este post como complemento al triste y desafortunado caso de un paciente que operamos hace 12 años y qué en época de COVID fallece como consecuencia de la situación que está viviendo la sanidad pública, y que ya comentamos.

La enfermedad diverticular, generalmente de localización en el colon, y que puede afectar a cualquier tramo del tubo digestivo, consiste en la aparición de divertículos (protusión de la mucosa del colon a través de su pared)
Ver ENFERMEDAD DIVERTICULAR DE COLON en la página web del Centro Laparoscópico Dr. Ballesta

Estos divertículos (generalmente de colon izquierdo) pueden inflamarse produciendo una diverticulitis, que si no se trata puede perforarse y producir una peritonitis, enfermedad que si no se trata de urgencia conduce a la muerte.



Queremos presentar en este post la cirugía de un paciente que operado en nuestro centro de tiroidectomía total cinco años antes, vino a consulta por un tumor de estómago sangrante que le producía anemia aguda severa y le obligaba a ser transfundido.

Además, durante esos cinco años posteriores a la intervención, había ganado peso, presentando diabetes tipo 2 y síndrome metabólico, que precisaba tratamiento.



CIRUGIA COMBINADA

Cuando se padecen dos patologías diferentes que responden a operación, es común que el paciente que las padece se haga la misma pregunta:

¿Puedo hacerme las dos operaciones a la vez?

Presentamos el caso de un paciente que ingresa de urgencias por hemorragia aguda (vómitos de sangre) e hipotensión (mareo y pérdida de conciencia)

Se le realiza una gastroscopia (ver foto) que muestra tumor gástrico ulcerado responsable de la hemorragia.

El enfermo es diabético tipo 2 medicación dependiente.

Después de un estudio en profundidad y recuperada la situación hemodinámica del paciente, se plantea realizar solo la operación de tumor gástrico, o dado que este no tiene riesgos de malignidad, asociar una cirugía que le permita perder peso y curar la diabetes.

Esta segunda opción, que es la que nosotros preferimos es preciso siempre adaptarla a las condiciones específicas de cada enfermo.

La elección de la técnica a realizar dependerá de las enfermedades que se asocien y de las características de las mismas.

Ha de ser siempre la experiencia del cirujano, las enfermedades que presenta el paciente; y la importancia de estas, las que marquen la conducta a seguir.

Es común y generalmente aceptado asociar en una misma operación la curación de la hernia del estómago y las piedras en la vesícula (si se padecen las dos enfermedades) Pero es más discutible y de ahí la importancia de este post, asociar las cirugías cuando son enfermedades inflamatorias o tumores benignos.

En este caso, el primer objetivo es quitar el tumor que produjo la hemorragia; por lo que la segunda cirugía estará condicionada a la primera.

La cirugía de la diabetes tipo 2, es un procedimiento consolidado a nivel internacional; si bien el procedimiento que nosotros hemos preconizado hace años es el by-pass metabólico, frente al sleeve o manga gástrica (por su mayor índice de curación);  en este caso, la existencia del tumor aconseja realizar un sleeve.

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Ocasionalmente, cuando una persona ha de intervenirse quirúrgicamente por alguna patología, puede que padezca dos enfermedades tributarias de cirugía, por ejemplo: hernia de estómago y piedras en la vesícula; divertículos de colon y hernia umbilical, etc.

¿Se pueden realizar ambas cirugías a la vez?

La respuesta es sí, pero condicionada. ¿Condicionada a qué? Se preguntará el paciente.

A unos principios claros que debe conocer el cirujano que realizará las operaciones, y algunos de los cuales citamos a continuación:

  • No se debe mezclar (realizar al mismo tiempo) una cirugía contaminada (por ejemplo una apendicitis aguda) con otra limpia (piedras en la vesícula)
  • No es aconsejable mezclar cirugía oncológica (cáncer) con una cirugía benigna (hernia de estómago).
  • Si para hacer dos cirugías en la misma operación, el tiempo de anestesia se va a prolongar tres o cuatro horas; es preferible realizar las dos intervenciones por separado; pues los resultados y la recuperación del paciente serán mejores.

En conclusión podemos decir que siempre que sea posible y esté indicado deben realizarse las dos operaciones en un solo acto por ofrecer las siguientes ventajas:

  • Evitar un acto anestésico, una entrada en quirófano, trámites de ingreso en clínica, medicación (sueros, analgesia, etc.)
  • Reducir el dolor postoperatorio, riesgos de trombosis o infección.

Por tanto es aconsejable realizar las dos operaciones en una sola intervención, (por ejemplo piedras en la vesícula y hernia de estómago) siempre que la operación no supere las dos horas; pues cuando se alargan más de este tiempo, las ventajas no superan a los inconvenientes.